FRASQUIA (Reuters) – El campesino boliviano indígena Carmelo Flores, que podría ser la persona más anciana que jamás haya vivido, atribuye su longevidad a sus granos de quinoa, setas de la rivera del río y a la masticación de hojas de coca. Hablando desde su aldea a una altitud de 4.000 metros donde vive en una choza con techo de paja, Flores dice que la dieta tradicional andina le ha mantenido con vida 123 años. "Las patatas con quinoa son deliciosas", dijo Flores en Aymara, la única lengua que habla el hombre, ya casi sordo. …