CRUCITO, Colombia (AP) — Manuel de Jesús Sánchez se esfuerza por colocarse un trapo verde para proteger las manchas en la piel bajo el intenso sol del mediodía. Este agricultor de 45 años de edad estaba trabajando hace cuatro años en su cultivo de arroz cuando un avión pasó sobre su cabeza derramando miles de litros de lo que aquí todo el mundo llama "el veneno".