Madrid, 16 abr (EFE).- "Puede haber un niño igual de feliz que Hugo pero más feliz no existe", asegura Izaskin, madre de este niño de apenas 3 años que padece una enfermedad rara genética de nombre casi impronunciable (Síndrome de Wolf-Hirschhorn) que le provoca un retraso del desarrollo, discapacidad intelectual y epilepsia.