La evolución del empleo y el paro en 2023 ha dejado más oscuros que claros. El hecho de que el 85% de los empleos se crearan entre enero y mayo es una prueba evidente de la desaceleración. Pero, hay más evidencias de que nuestro mercado laboral es un enfermo con respiración asistida cuando comprobamos que cuatro de cada diez, casi el 40% de los nuevos puestos de trabajo, lo fueron en el sector público y concretamente en sanidad y educación. El Gobierno nos vende la fortaleza laboral, la contratación indefinida como característica principal y por tanto la mejora en la temporalidad. Sin embargo, se han firmado menos contratos con relación a 2022, el descenso del paro ha sido muy bajo, la contratación indefinida cayó más de un 26% en diciembre con respecto a noviembre y además únicamente el 40,5% de los contratos indefinidos firmados fue a jornada completa. Del total de contratos firmados, 1,116 millones, más de 400.000 fueron indefinidos y el resto fueron temporales.
vía Europa Press – Resultados de búsqueda