Teresa ha ganado la batalla. Nada menos que ha derrotado al ébola, un virus maldito que su solo nombre nos hace temblar. Y su triunfo lo sentimos como nuestro porque durante éstos días buena parte de los ciudadanos hemos estado pendiente día a día, casi hora a hora, de la batalla que libraba Teresa en esa hermética planta sexta del hospital Carlos III de Madrid.
vía Europa Press – Resultados de búsqueda