España necesita duplicar el número de enfermeras expertas en cuidados paliativos que trabajan en las unidades especializadas –hasta superar los 2.900 profesionales– y doblar la cifra de unidades especializadas en esta atención, actualmente unas 370 a pesar de requerirse cerca de 750. Sólo así se podrán atender las necesidades de los 115.000 pacientes que cada año solicitan estos servicios.