Mientras Pedro Sánchez insistía en que la coalición en el Gobierno de socialistas con Unidas Podemos está más fuerte y sólida que nunca, el presidente francés, Emmanuel Macron, remodelaba a fondo su Ejecutivo, incluyendo al primer ministro, Edouard Philippe, un personaje popular que no ha podido sobrevivir, políticamente, claro, al coronavirus. Macron ha impuesto su personalismo y se ha rodeado de ministros transversales, en los que lo que menos importa es su procedencia ideológica: lo importante es la eficacia, cosa que, desde luego, está aún por demostrar, porque varias de las incorporaciones al Gabinete no dejan de ser, por excesivamente populares, polémicas.
vía Europa Press – Resultados de búsqueda