TOKIO (Reuters) – Un empleado retirado de una aerolínea, Tarou Tanzawa, dijo que no había pensado mucho sobre su propia muerte hasta que su madre de 84 años fue diagnosticada con un linfoma maligno y decidió no elegir un tratamiento caro e invasivo para prolongar su vida. Observó a su madre morir en paz en una residencia donde solo recibió cuidados paliativos después de salir del hospital donde fue diagnosticada. …