Envejecer no parece ser un factor de riesgo para dormir mal, según una encuesta realizada sobre 150.000 americanos por investigadores de la University of Pennsylvania y publicado este mes en ‘Sleep’. De hecho, la percepción subjetiva de la calidad del sueño parece mejorar a lo largo de la vida, ya que las personas que ya han cumplido los 80 se quejan menos que el resto de no poder conciliar el sueño.