NUEVA YORK (AP) — Al igual que otros niños, Baraka Cosmas Lusambo le encanta jugar al fútbol. Cuando escucha música, sus pies llevan el ritmo y su rostro dibuja una amplia sonrisa. Cuando estuvo en la piscina con sus flotadores, en este verano, le gustaba arrojar la bola a través de un aro de baloncesto usando su mano izquierda.